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Vivir de forma sostenible implica no sólo seleccionar materiales ecológicos como la lana de alpaca, sino también cuidar lo que se posee, incluidas las mantas y bufandas más preciadas. A este respecto, hemos elaborado una sencilla guía sobre cómo lavar la lana de alpaca, que puede realizarse fácilmente en casa. Nuestra guía incluye valiosos consejos y técnicas que le ayudarán a mantener la calidad de sus mantas y bufandas, garantizando que sigan siendo tan atractivas como cuando las compró.
El proceso de lavado a mano de la lana de alpaca es relativamente sencillo y consiste principalmente en dejar que el agua y el jabón hagan su magia. Primero, tienes que llenar la bañera o el lavabo con agua a menos de 30ºC, y luego añadir jabón para lana, que es un detergente suave diseñado específicamente para lavar lana y tejidos delicados.
También puedes lavarlo con champú normal, recuerda que la alpaca es una fibra natural. Por eso este método funciona perfectamente. En cualquier caso, mezcla bien el jabón o el champú antes de sumergir la lana en el agua. Deja la lana en remojo en el agua jabonosa durante al menos 10 minutos, durante los cuales podrías tomarte un descanso para disfrutar de una taza de café.
Una vez que la lana haya estado en remojo durante 10 minutos, gírala suavemente y presta especial atención a las zonas que requieran un cuidado especial. Es fundamental evitar el roce del tejido contra sí mismo, ya que puede provocar el encogimiento de la lana y la formación de bolitas. Después, saca la lana del agua jabonosa y aclárala dos veces con agua limpia.
En este punto, es crucial tratar la lana con sumo cuidado. Evite retorcerlo o colgarlo para que se seque, ya que podría estirar el material. En su lugar, presiona suavemente para eliminar el agua y colócalo en horizontal para que se seque. Consejo rápido: Coloca la lana sobre una toalla limpia y seca y enróllala como si fuera un rollo para eliminar el exceso de agua. Una vez desenrollada, dale la forma deseada y déjala secar en posición horizontal.
A la hora de guardar sus productos de lana de alpaca, lo mejor es doblarlos y colocarlos en un recipiente transpirable, como una bolsa de algodón, en un lugar fresco y seco alejado de la luz solar. Antes de guardarlo, asegúrese de que el producto está limpio para evitar la infestación de polillas. También puedes considerar la posibilidad de colocar un poco de repelente natural de polillas en el recipiente con la prenda de lana para una mayor protección.